Viernes 18 de agosto de 2023

[Fruta]

Vive la vida zurda

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Domingo 13 de agosto: Argentina salió a votar en unas elecciones primarias en las que resultó victorioso Javier Milei, un candidato de derecha con extraño peinado y reacciones peculiares. Pero si le dices al señor que ese mismo día también se celebraba el Día Internacional de la Zurdera, a lo mejor le da algo. Y es digno de análisis. No porque Milei sea la versión bonaerense de María Corina girando siempre a la derecha –que lo es–, sino por esa extraña razón por la que le damos a la izquierda una connotación casi siempre mala, aún en temas que no tienen nada que ver.

¿Y qué culpa tiene un zurdo de ser zurdo?

Te puedes despertar con el pie izquierdo e igual tener un día genial. Existe la creencia de que los zurdos son más inteligentes que los diestros, incluso con razones científicas: aquellos que usan más la mano izquierda, activan más el hemisferio derecho del cerebro. En español simplificado: el de la creatividad. Pero todo se espicha cuando los mismos científicos aseguran que de ahí a que haya una diferencia sustancial entre las personas, hay una gran diferencia.

Entonces, Milei, sí hay izquierdas buenas. O mejor podríamos decir: no hay mano mala, malas son las cosas que solo le hacen ojitos a los diestros. Nosotros sí celebramos tu día internacional, porque sabemos cómo es tu vida, zurdo.

Tu vida empezó siendo como es: la ovejita negra que la profesora de primaria quería corregir como si fuera tu culpa que solo existieran pupitres para derechos. Aunque bueno, hay casos de casos y en uno de cada mil de esos, algo extraordinario ocurre. Lenys, por ejemplo, era tan derecha como el 66% de la población mundial que estima la primera página que sale en la búsqueda de Google. Pero cuando vio que un compañerito trabajaba casi con el cuaderno al revés y con la mano izquierda, ella quiso imitarlo. Practicó y practicó. Hizo caligrafía como Bart Simpson. Se fajó. Y ahora es ambidiestra –palabra, por cierto, que no toma en cuenta a los zurdos–: «No es por envidia ni nada por el estilo, pero yo decía que quería aprender a escribir de esta forma».

Luego, con el paso de los años, fueron entrando más cosas a tu vida. Querías hacerte la señal de la cruz cuando ibas a la iglesia y, claro, la mano más cómoda para ti es hereje para muchos. Tu abuela quizás te prohibió hacerlo, como le ocurrió al periodista Alonso Moleiro, pero él, al menos, quedó tablas porque su papá es ateo. «Los zurdos nacen, hacerse zurdo es una ociosidad. Es una anormalidad que tampoco es tan importante. Eso de que todos los zurdos son genios tiene que ser un mito. Muchos derechos también lo son». Sí lo son, Alonso. Este señor con bata lo explica mejor.

Más tarde, vas creciendo e interesándote por cosas que forman parte de tus pasiones preadolescentes. Así como el primer amor, el primer examen raspado, el primer vidrio que partiste en casa o el primer acto de rebeldía. También es natural que quieras tocar tu primer instrumento. Si lo tuyo es la música, por su puesto. Y sorpresa: aquella frase sobre que la vida a veces es cruel llega unos años antes de lo normal: «Uno de mis primos mayores intentó enseñarme tocar el bajo cuando era pequeño y desistió precisamente por eso. Él tenía la idea de que yo debía aprender a tocar los instrumentos con la derecha», dice Miguel, con toda la tranquilidad del mundo.

Unos cinco años después, Miguel cerró los ojos y compró una guitarra clásica a la que le cambió las cuerdas y dominó. Una bonita historia que más o menos resume lo que a partir de aquí será el pan de cada día: la adaptación. Zurdo que se respete no se amilana. Al contrario, le mete el pecho a las cositas –sí, al final es la suma de varias cositas– que pueden resultar incómodas para él: los botones de las camisas, el abrelatas, el mouse de la computadora, etcétera. Eso sí, así como tú te acostumbras, los demás también deben hacerlo.

«Muchas personas me ven cortando una cebolla o haciendo cualquier cosa sencilla, y creen que se me “dificulta” porque ellos lo hacen diferente. Y no es así, yo estoy relajado. En estos días me di cuenta de que yo pongo los candados hacia una dirección más cómoda para mí, y cuando mis compañeras de trabajo van a abrirlo, dicen: ‘Este candado lo puso Miguel’. Pero es algo demasiado inconsciente»: sostiene Miguel Ánge, menos musical que su tocayo y más resolutivo.

En este punto, se puede decir que lo más difícil de tu vida zurda ya lo pasaste. Claro, claro, a diferencia del Miguel con candado, siempre hay cosas que te pueden fastidiar. El periodista cultural Aquilino José Mata se las ha visto de todos los colores. Como cualquiera, pues. Y todavía, a estas alturas, hay cosas a las que no le agarra la maña. «Yo no puedo comer con palitos de comida asiática. Ni sushi, ni nada de eso. Simplemente cuando he intentado agarrar los palitos con la mano izquierda, pierde fuerza. Lo he intentado de todas las maneras posibles y tengo que comer la comida asiática con cubiertos o con la mano, las que se puedan comer con la mano».

De ahí en adelante lo que viene es carpintería. Dominaste al mundo con la izquierda adelante y la derecha atrás. No eres como los demás, ¿pero quién sí lo es?

[Caña clara]

“Como somos poquitos, somos más unicos”

 
Es casi seguro que hayas visto a Adriana Flores en la TV —actualmente Televen, más en concreto— entrevistando a un pelotero o comentando cualquier deporte. Quizás no tuviste la destreza de fijarte en esto: es más zurda que el corazón. “Soy zurda en todas las circunstancias. Escribo con la zurda. Hago deporte con la zurda. Como con la zurda. Me peino con la zurda. De verdad que soy demasiado zurda”, cuenta la también ex jugadora de las ligas de voleibol de la universidad UCAB.

Un deportista zurdo favorito: “Juan Arango y Johan Santana, obviamente si hablamos de nuestro país. Rafael Nadal es zurdo. LeBron James para escribir es zurdo y él cuenta que aprendió a lanzar como si fuese derecho al ver a sus ídolos como Michael Jordan. Eso le dio la habilidad de ser zurdo, pero también saber lanzar a la derecha, así que eso quizás no mucha gente lo sabe”.

El zurdo genial, verdad o mito: “Dicen que somos más creativos. Creo que la creatividad va por ese reto diario de cositas que tienes que inventarte a ver cómo las haces, porque están hechas para los derechos. Somos poquitos, entonces al ser menos, pues te haces como un poquito más único”.

Obstáculos infantiles. “No era de las que torcía mucho el cuaderno ni la mano para escribir. El principal reto eran los pupitres del colegio, no tenía donde apoyar el codo. Ya luego fueron como unas mesitas y era más sencillo. La verdad es que tenía que sentarme bastante torcida. En mi familia no había ningún zurdo y mi mamá se preocupó mucho porque decía que, bueno, este mundo está hecho para los derechos. Siempre ponía este ejemplo: Hasta la palanca de bajar el baño está hecha para los derechos”.

La voleibolista zurda: “En los deportes es una súper ventaja ser zurdo, porque tengo entendido que incluso hay menos mujeres zurdas que hombres zurdos. Terminas siendo una rareza. Yo en voleibol jugaba por el puesto 4, que es la esquina donde normalmente juegan los derechos. Entonces además era una zurda jugando por donde juegan los derechos. Siempre escuchaba a las bloqueadoras del otro equipo decir: ¡Es zurdaaaaaaa! Porque entonces tienes que rodar todo el bloqueo. Lo ves en otros deportes. Por ejemplo, los lanzadores zurdos en el beisbol, son muy cotizados para los equipos. La rotación de la pelota es distinta. Todo es distinto”.

Los lugares comunes sobre los zurdos. “Tenía una gran amiga en el colegio que cuando me veía usar un abrelata se desesperaba. Porque claro, abría la lata toda torcida. En épocas anteriores los zurdos estaban relacionados con todas las cosas oscuras y el diablo. Gracias a Dios, todo eso en esta época se acabó”.

Artículos cotidianos para zurdos. “Todo lo que se pueda adaptar para zurdos debería ser adaptado. Está el tema de las tijeras. A menos que hayas tenido una tijera para zurdos, no te das cuenta de que toda la vida has cortado sin ver lo que estás cortando porque la hoja está al revés. Nunca ves realmente por dónde va el filo de la tijera. Una vez tuve una tijera para zurdos en mis manos y dije: Ah, ahora sí estoy entendiendo”.

[Melao]

👈 Si hay algo en lo que destacan los zurdos es en el deporte. Los atletas (zurdos y diestros) generalmente entrenan contra oponentes diestros. Entonces, cuando toca enfrentarse a un oponente zurdo, los que están acostumbrados a usar su mano o pie izquierdo pueden adaptarse, pero los diestros no están acostumbrados a reaccionar velozmente a los movimientos poco familiares de un jugador zurdo.

👈 Ned Flanders tiene su tiendita de artículos para zurdos en Springfield, The Leftorium, en honor a que Matt Groening, el creador de la serie, es parte de este selectivo grupo. Pero también hay un negocio similar en la vida real. Se llama Anything Left-Handed y es originaria del Reino Unido. Fue creada en 1968 y, hasta 2006, estaba en la calle Bewer 53, en el centro de la ciudad. Ahora solo se dedica a las ventas por internet.

👈 ¿Por qué la gente nace zurda? Los científicos sugieren que se debe, en buena parte, a la genética. Si alguno de los padres o ambos son zurdos, quizás la criatura pase roncha en el colegio cazando pupitres para escribir con su mano dominante –sin tener que contorsionarse en el asiento–. Sin embargo, debido a que la probabilidad general de ser zurdo es relativamente baja (entre 10 y 15% de la población mundial lo es), esto no es una regla fija.

👈 “¿Para la izquierda? ¡Nunca!” Parece un miedo inventado, pero las personas que padecen sinistrofobia tienen miedo a todo lo que tenga que ver con el lado izquierdo. No agarran nada que esté de ese lado, evitan usar su mano izquierda (o tocar la de alguien más) y tampoco tratan con zurdos.

Florentino está silbando

sones de añeja bravura

y su diestra echa a volar

ansias que pisa la zurda,

cuando el indio pico de oro

con su canto lo saluda

Florentino y el diablo

 

Guarapita, un destilado de Arepita 🍹